24 de noviembre de 2014

En síntesis

No me necesitas. Ya planeaste tus fugas y tus estúpidos cielos al margen de mis miradas. No me necesitas porque no consigues tiempo para torturarme. Así funciona. No me necesitas porque no te invento ni te imagino ni me dueles ni me animas ni me crees y es recíproca esta impiedad que nos separa. No me necesitas ni asesino ni redentor. No me necesitas oscuro ni líquido ni al margen ni al cuadrado. No me necesitas drogado ni sobrio ni dormido ni apurado –tampoco instalado en rezos. No necesitas de mis manos los oficios inmortales. No necesitas de mi verbo instrucciones brújulas conclusiones. No necesitas de mis ojos la vigilia. No necesitas de mi nada que imagine. No me necesitas porque no sueño ni lloro ni tengo. No me necesitas porque regreso. No me necesitas porque comprendo.